Los collares han adornado los cuellos de muchas personas desde la antigüedad. Pueden verse reflejados en esculturas, pinturas o fotografías, siendo uno de los accesorios favoritos de todos los tiempos. Con el paso de los años, los collares han ido cambiando y evolucionando en función de las tendencias del momento, dando lugar a otras variedades que seguimos utilizando hoy en día, como las gargantillas, aunque la denominación común suele ser, simplemente, collar. Esto ha generado mucha confusión con respecto a los términos y muchos no saben exactamente en qué se diferencian un collar y una gargantilla.
En el argot de joyería suele llamarse collar a cualquier pieza que se usa alrededor del cuello. Esto no hace más que provocar cierto caos cuando se utilizan otros términos para asignar los diferentes tipos existentes. Es por ello que en este artículo trataremos de diferenciar correctamente un collar de una gargantilla para que siempre puedas elegir tus joyas con la mayor información posible.
Un collar es una pieza de joyería para usar alrededor del cuello y cuyo largo es de 50cm o más, llegando incluso a encontrarse modelos mucho más largos que cuelgan sobre el pecho, hasta el ombligo o, incluso, que dan varias vueltas. Pueden estar realizados en distintos materiales, como oro de 18 quilates o plata de primera ley, y pueden disponer o no de cierre, pero lo que más destaca es su cadena. Hay disponibles collares con diversos modelos de cadena: de eslabones, lisas, de cordón, trenzadas…
Aunque existen muchos modelos de collares, es bastante habitual que cuenten con un colgante, el cual puede ser una amplia variedad de tamaños y materiales.
Los collares sientan muy bien a personas altas, realzando el busto, y quedan especialmente bonitos en los looks de invierno por encima de la ropa (sobre todo, con cuellos altos).
Una gargantilla es un complemento de joyería para usar también en el cuello, pero es muy corta, por encima del pecho, y queda pegada a la base. Lo más habitual es que midan alrededor de 40cm o 45cm, aunque hay algunos casos en los que existen de 35cm o 50cm, ya que influye el tipo de cuello de la persona que lo lleve y, en ocasiones, esto implica una medida diversa para que quede perfecto.
Al igual que los collares, una gargantilla puede estar realizada en diversos materiales y contar con un colgante, aunque en este caso no estrictamente necesario (existen muchos modelos increíbles sin ellos).
Las gargantillas favorecen a las personas con cuellos largos y estilizados. También complementan bien a looks con un escote más pronunciado.
Ahora que queda perfectamente definido qué es un collar y qué es una gargantilla, podemos ver que la principal diferencia entre ellos es el largo. Las gargantillas son más cortas y los collares son más largos. Escoger entre uno u otro dependerá de los gustos de la persona, aunque también es cierto que se pueden combinar ambas piezas con la técnica del layering de collares.
Se debe tener en cuenta que la función de estos complementos de joyería son estilizar y/o resaltar los rasgos y la belleza propios, combinando con una vestimenta que guste y que, en definitiva, el conjunto sea equilibrado y cómodo para la persona que lo lleve.
En José Luis Joyerías disponemos de un amplio catálogo de collares y gargantillas, tanto en nuestra web como en nuestras tiendas físicas. ¿Cuál será tu próximo favorito?