La joyería evoluciona de forma constante, reinventándose y buscando nuevas inspiraciones, surgiendo así nuevas tendencias que crean combinaciones únicas. Una tendencia que lleva varias temporadas presente, pero que es este año donde ha alcanzado su punto más alto, es el layering de collares.
El arte del layering es bien conocido en el ámbito de la moda, pero esta original propuesta no deja de experimentar e innovar para aplicarse en el conjunto estilístico, reflejando la personalidad de cada uno.
¿Dudas entre ponerte un collar u otro? ¡Escógelos todos! Descubre más sobre el layering de collares a continuación y aprende a llevarlo con estilo.
El término layering proviene del inglés “layer”, el cual significa “capa” en español. Aplicado al mundo de la moda, esta palabra hace referencia al hecho de superponer varias capas de prendas de ropa, accesorios o joyería.
Un punto de origen posible de esta tendencia tan original y versátil puede ser la estética de los años 90, con la moda de superponer diferentes prendas de ropa e, incluso, de joyería para crear looks muy llamativos e interesantes entre las nuevas generaciones del momento.
Esta técnica, aunque pudiera parecer caótica, necesita de cierta coherencia para que los distintos elementos no rompan la armonía del conjunto.
El layering de collares es probablemente la opción más popular para todas aquellas personas que descubren esta tendencia y quieren incorporarla a su looks. Consiste en combinar collares de distintos largos y anchos, dejándolos caer de forma grácil por el escote. Esta técnica estiliza mucho el cuello, aunque hay que fijarse en qué collares se emplearán para el layering, ya que una mala elección puede entorpecer todo el estilo.
Deja volar tu creatividad y deja que tu instinto elija las piezas a combinar, el resultado puede ser realmente sorprendente.
Aunque la superposición de collares sea una de las tendencias más populares, el layering en joyería también puede aplicarse a otras piezas, como las pulseras o los anillos. La idea principal es conseguir ese mismo conjunto armonioso con todos los elementos que conforman el total. Esto da la opción de innovar y arriesgar con estilos que pueden ser más atrevidos, pero que sin duda cambiarán por completo el look (consiguiendo adaptarse a cada estilo propio).
Aunque pueda parecer demasiado difícil de lograr, el layering en joyería se caracteriza por arriesgar y dejarse guiar por las preferencias personales. Aún así, existen una serie de trucos para conseguir que esta técnica triunfe.
Si no sientes seguridad acerca de cuantos elementos de joyería mezclar en el layering, el 3 es el número mágico. De esta forma, no habrá un exceso de joyas y combinarás de forma sutil las piezas.
Es más fácil combinar diseños minimalistas y sencillos, por lo que estos pueden ser un buen punto de partida. A medida que se vaya experimentando y progresando con el layering, se podrán ir introduciendo elementos de mayor tamaño, ancho o con detalles vistosos.
Se pueden utilizar piezas de tamaño igual, pero es cierto que aplicar esta técnica es más fácil si se utilizan joyas de diversos tamaños. Puedes ordenarlos para mostrar cierta armonía visual, como en el caso de los collares, empezando con un choker y terminando con una gargantilla más larga.
En este punto también es importante que haya cierto espacio entre cada pieza, para que visualmente no compitan entre ellas y luzcan amontonadas ni que se acorten los rasgos físicos.
Escoge el oro, la plata o el oro rosa y mantén todas tus joyas en ese tono, de esta manera serán más fácil de combinar entre ellas si estás comenzando a probar esta técnica. Una vez dominada, podrás arriesgarte y mezclar distintos materiales en el conjunto e incluso introducir piezas con diferentes colores, lo que da un aspecto juvenil y fresco.
¡Deja volar tu imaginación y únete a esta tendencia que agregará un toque diferente y original a cada uno de tus looks!